Las pieles sometidas a presión, como el caso de pacientes encamados o en silla de ruedas, son propensas a resecarse, irritarse y degradarse. Por lo mismo, es fundamental incorporar en su cuidado diario componentes que disminuyan la inflamación, amplíen la protección y conformen un buen estrato córneo en la piel para prevenir la aparición de posibles lesiones cutáneas en zonas de apoyo como talones, codos, caderas, etc.
El 95% de las úlceras por presión pueden prevenirse realizando cambios posturales, aliviando las zonas de presión y cuidando la piel a través de la aplicación diaria de productos formulados para crear una barrera protectora de la piel en las zonas de apoyo.
El aceite protector de Lindor es ideal para la aplicación diaria en pacientes con movilidad reducida o con pieles sometidas a presión, quienes tienen mayor propensión a sufrir úlceras por presión o escaras.